Historia del Kendo
El Kendo es la versión moderna del Kenjutsu (arte clásico de esgrima con sable, practicado por los samuráis). El kenjutsu se componía de diversos estilos o ryus, los cuales fueron creados por los guerreros samurais, manteniéndose muchos de ellos durante siglos. Con la llegada del periodo Meiji, el gobierno de Japón proclamó un edicto el cual prohibía a los habitantes, con excepción de los oficiales del ejército, a portar armas. Esto llevo a muchos practicantes a esconderse o practicar en secreto. Ya para finales de la restauración Meiji las artes marciales pasaron por un proceso de cambio. Dentro de lo que fue esta reforma, el Kenjutsu, como otras artes marciales que habían sido creadas para la guerra, pasaron a ser lo que hoy conocemos como Gendai Budo (arte marcial japonés moderno). Es así como el Kenjutu paso a ser lo que hoy conocemos como Kendo. En el proceso de reforma se conservaron técnicas y aspectos de la filosofía del samurai, mas ya no su faceta para la guerra.
El cambio del nombre Kenjutsu a Kendo se llevo a cabo en 1920, por la Dai Nihon Butokukai. Estableciendo así los aspectos deportivos-competitivos del Kendo con el uso del shinai (espada de bambú) y el bogu (equipo de protección). Se determinaron las formas o katas en las cuales se plasmó la evolución de lo que eran las técnicas del kenjutsu, estableciéndose así el propósito del kendo con fines de paz y contribución a la sociedad.
Gracias a estas reformas, hoy en día es posible sumergirse en el mundo de la filosofía del samurai. Conocer la espiritualidad del guerrero japonés así como la práctica del Zen en las artes marciales. De su filosofía provienen los términos como Fudoshin o Mushin los cuales hacen referencia a la presencia de una mente calmada e inamovible. A diferencia del samurai que entrenaba pensando en la muerte, el Kendo en cambio fue considerado como un entrenamiento para la vida. Cada enfrentamiento ya no supone la muerte, sino la oportunidad de aprender y volver a intentar.