El instructor juega un rol primordial en la enseñanza del kendo. El desarrollo correcto de los alumnos como su mejora constante dependen mucho de las habilidades del instructor. Su enseñanza debe permitir el avance técnico como teórico, así mismo como la mejora del carácter humano. Los estudiantes aprenden en gran medida por el intercambio con su instructor. Por lo tanto, un buen instructor debe buscar junto a sus estudiantes, la mejora constante de sí mismo a la vez que es consciente de la importancia de su rol para el desarrollo del propósito del kendo. A continuación veremos varias cualidades que debe poseer un buen instructor.
Seis cualidades de un buen instructor
- Busca la mejora de sí mismo: El instructor debe ser un ejemplo de valores morales. Los estudiantes observan e imitan al instructor. Por esto el instructor debe darse a la tarea de perseguir la mejora constante de sí mismo.
- Comprende el rol de la enseñanza en el desarrollo del carácter humano: Entiende la importancia de su rol en la enseñanza que permita la persecución del propósito del kendo.
- Aprende junto a sus estudiantes a la vez que enseña con sinceridad y compasión: Como el kendo se transmite de maestro a estudiante, es de vital importancia mantener una buena relación entre ambos. A medida que el instructor avanze sus estudiantes también.
- Es transparente. Se le conoce su experiencia y grados: Los estudiantes deben buscar y conocer la trayectoria de su instructor. Si es una persona certificada con el nivel adecuado para enseñar.
- Esta en una constante mejora de sus habilidades técnicas: Los estudiantes aprenden por imitación. Por esto el instructor debe entrenar junto con sus estudiantes. Ningún instructor debe enseñar algo que el o ella no haya hecho antes.
- Disfruta enseñar: Se siente feliz al ayudar a sus estudiantes. Busca las formas de contribuir positivamente en cada uno. Sacar lo mejor de sus estudiantes a la vez que los anima a seguir en el camino.
Consideraciones
Al iniciar el entrenamiento es importante que el estudiante se asegure de la trayectoria y experiencia de su instructor. En estos tiempos se puede conocer la experiencia de una persona a través de las redes sociales. El estudiante debe averiguar sobre esto. Quien llega con un mal maestro es responsable de las mañas o estilos que llegue adquirir. Como se dice, cada maestro puede tener su librito, su estilo y forma de enseñar kendo. El problema del arte no radica en el arte misma sino en quien la enseña. Un instructor que vele por mantener el adecuado ambiente dentro del dojo, crea en sus estudiantes el deseo de mejorar, como a su vez el de continuar en el camino. Si por lo contrario, es una persona que descuida las normas de etiqueta, incentiva la competencia negativa o el exceso de fuerza en las técnicas, llegará a tener estudiantes que perciban el kendo como una actividad poco agradable. Recordemos que el kendo es para hacer amigos, para unir a las personas y contribuir a la sociedad.
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