Definición:
Este término se traduce como espíritu-espada-cuerpo en uno solo. Hace referencia al uso de todos los aspectos del kendoka en la práctica; implementar un espíritu fuerte, junto con el movimiento del cuerpo y la técnica de la espada. La unidad de los tres otorga al practicante la esencia de lo que es Kendo. El principio de este concepto señala que el fumikomi (pisotón avanzando el cuerpo) debe realizarse de forma sincronizada con el golpe del shinai y el grito. Es un concepto básico para la realización de las técnicas, por lo que llega a ser una pregunta común en los exámenes de primer dan. Dominarlo en la práctica es fundamental, ya que es la base para realizar el ippon. Si uno de estos tres aspectos decae la técnica será defectuosa.
¿Cómo se aplica cada componente?
気 = KI: Espíritu. En la práctica se aplica al grito que se realiza antes y junto con el golpe. El grito antes del golpe busca transferir nuestra energía de modo que rompa la guardia del otro, mientras que el grito junto con el golpe le imprime vitalidad a la técnica. Para que sea correcto, se debe gritar el nombre de la parte del bogu que se va a golpear (kakegoe). Este grito demuestra nuestra decisión de ataque y le da vigorosidad al golpe.
剣 = KEN: Espada. Ya que el shinai representa la espada el shinai debe usarse de la misma forma, golpeando con el primer 1/4 del shinai a las áreas determinadas del bogu (armadura) y con el hasuji (filo de la espada). Además de golpear con la técnica de muñecas (tenouchi) y saber dominar la espada para crear presión y ganar el centro (chushinsen).
体 = TAI: Cuerpo. Coordinación brazos-piernas, junto con movimientos relajados y fluidos. También se refiere a la postura del kamae y manejo de la distancia corporal ala vez que se mantiene el shizentai (postura natural) durante los ejercicios. Los senseis dicen que comencemos a cortar no con los brazos, sino con las piernas, para luego dejar de cortar con las piernas y cortar con la cadera.
¿Para qué sirve?
Colocar estos tres componentes en nuestra técnica nos permite dar todo de nosotros mismos en cada ataque. El sólo gritar sin golpear, se asemeja al perro que ladra, pero no muerde; el que presenta un kamae muy bonito, pero no golpea, es como una estatua que sólo muestra una postura; El que golpea sin gritar realiza una técnica muerta, sin vida, sin espíritu. Cada uno de los tres es imprescindible en la búsqueda del golpe correcto. Juntos son la combinación perfecta. Uno no puede existir sin el otro. Por eso debe ser nuestro propósito entrenar con un espíritu fuerte, un cuerpo que se mueva con ligereza y un manejo adecuado de la espada. Para ser unos con nuestro shinai debemos llevarlo con frecuencia, utilizarlo, hacer miles de suburis hasta que el cuerpo y la mente la perciban como parte de nosotros.
Conclusión
Como seres humanos debemos colocar alma, cuerpo y corazón en cada cosa. En nuestro caso, por seguir el camino de la espada, esta debe convertirse en una extensión de nosotros mismos. Sólo de esa forma, la técnica será correcta y bonita a los ojos de los demás. El Ki-ken-tai no ichi busca integrar todo en una unidad, utilizando así todo el potencial del cual tenemos alcance.